miércoles, 31 de octubre de 2007

Eva



" no debe usted entregarse a deseos en los que no cree. Sé lo que usted desea. Tiene usted que abandonarlos o desearlos de verdad y por entero. Cuando llegue usted a pedir llevando en sí la plena seguridad de lograr su deseo, la demanda y la satisfacción coincidirán en un solo instante. Pero usted desea y se reprocha, temeroso, de sus deseos. Tiene usted que dominar todo eso. "

" El amor no debe pedir -continuó- ni exigir tampoco. Ha de tener la fuerza de llegar en sí mismo a la certeza, y entonces atrae en lugar de ser atraído. Sincalir, su amor es ahora atraído por mí. Cuando llegue a atraerme, entonces acudiré. No quiero hacer un regalo, quiero ser ganada."


Demian - Hermann Hesse

Creo en esto.

2 comentarios:

A. dijo...

Yo también

Anónimo dijo...

Muy bueno el texto que vuelvo a leer hoy después de que me lo comentaras ayer. Y la imagen también - un cuadro de Klimt es siempre bienvenido.

Si el deseo es la esencia misma del hombre, entonces sí, hay que abandonarlo o entregarse a él por completo como dice Eva. Es dificil y más facilmente dicho que hecho. Cuantas veces me cuestioné o me cuestiono mis propios deseos...

Lo del amor es genial, tenés razón. Quizás esa coincidencia entre el desear y el llegar por sí mismo a la certeza, ese punto de contacto que cancela el regalo y hace ganar, sea absolutamente eterno y atemporal. No lo sé. Lo sospecho. Ojalá me pase. Ojalá nos pase a todos.

Un abrazo grande, me quedo con una sensación algo melancólica, pienso en mis últimas relaciones y me doy cuenta de que a lo que le dije "no" fue justamente a mendigar un regalo. No quiero regalos.

Quiero acuerdos deliberados, o eternidades ganadas. No quiero nada más que sea intermedio.