martes, 16 de octubre de 2007

Bebe de mí, come de mí carne


Soy capaz de tantas cosas y no se dan cuenta. O no quieren darse cuenta. O hacen todo lo posible por no darse cuenta. Necedades. Dicen que la vida se puede recorrer por dos caminos: el bueno y el malo.

Yo no creo eso. Yo más bien creo que son tres: el bueno, el malo y el que te dejan recorrer. El bueno lo he intentado andar y no me ha ido bien. Juro que ha sido así. De pequeño hice todo lo que consideré correcto y lo que está bendita New Orleans, con sus acordes de ébano y sus insoportables chaquetas a rayas me inducía a hacer. Estudié profundamente y traté de trasladar mis conocimientos con pasión. Los estudiantes saben eso. También escribí encerrado en un pequeño mundo cuarto juntando frases, frustrándome ante las huidizas buenas palabras y las no menos resbaladizas imágenes, comparaciones, situaciones, personajes, diálogos. Asumí estar en ese camino porque es ese el modo como se consiguen los sueños.

Al menos eso creía hasta un día, cuando tenía todo acabado y faltaba la confirmación de que había decidido bien, no hubo recompensa. No hubo zanahoria. Ahí me di cuenta de que ya estaba caminando, lejos de mi voluntad, por la otra senda. Esa que no es la buena ni la mala. Porque está claro que la buena es buena porque es una opción propia. La mala es mala porque también es tu opción. Pero la otra no es algo que hayas escogido, por lo cual no pueden decir que es ciertamente buena o ciertamente mala. Es ciertamente ajena, impropia. Por ese camino involuntario caminé, llevado de las narices, arrastrado como un palo sin poder animarme.

Tuve que resignarme a ser como ellos me ordenaban, a aceptar sus juicios y sus rechazos. A comprobar una vez más que no todos pueden ver más allá de su aliento. A ser víctima de un sistema que hace de gente como yo infelices zombies o incomprendidos. Y hay que tener el espíritu muy bien templado, tal vez como acero damasquino o más, para afrontar semejante fuerza.


John Kennedy Toole (EEUU, 1937-1969)


cualquier coincidencía con la realidad.....

3 comentarios:

Anónimo dijo...

¿Es esto una referencia autobiográfica? Así me lo sugiere el "cualquier coincidencia con la realidad..."

Si es así, tendería a pensar que estás algo bajón. Pero la imagen de Spinoza (que por cierto es excelente y ya me guardé para mí, je) cambia un poco la tonalidad ¿no? Me da la sensación de que, con la imagen de Baruch, estás de alguna manera agregando una nota de color al texto, como diciendo que ese camino que no elegimos se relaciona de algun modo con nuestra potencia personal.

No sé, no es muy reflexionado esto que dije.

Espero que tu imagen me de fuerzas para el coloquio!

Un abrazo grande july!

A. dijo...

Está muy bien: coincido en todo. A propósito, tenemos un nuevo blog que me gustaría que visites: riquelme-es-bartleby.blogspot.com

Leandro Shandy dijo...

me llamo a silencio, si emito opinion me quemo...

adió!